Sentada sobre una mecedora en su casa en el barrio Las Gaviotas nos recibió Aurora López, instructora de beisbol y en su momento docente, una mujer que le ha dedicado toda su vida al deporte de la pelota caliente, además lleva esta disciplina en la sangre pues desde muy niña encontró su pasión en los diamantes gracias a un campeonato interempresas que se realizaba en la ciudad de Cartagena. Allí se apegó emocionalmente a la novena que representaba a Colpuertos, dado que en esa escuadra estaban los jugadores de su barrio, El Torices.
A medida que fue creciendo gozaba en las distintas vertientes que trae consigo el beisbol como lo son: “la bolita de caucho”, actividad lúdica muy popular en la costa Caribe colombiana, durante su juventud Aurora López disfrutaba pasar el tiempo jugando esto con los compañeros de barriada, luego de eso incursionó en el softbol de manera más formal destacándose por ser selección de San Andrés.
En la isla se dedicó por un gran tiempo a la docencia, allí combinó sus dos pasiones dar clases y el beisbol, inicialmente lo hizo en el ya desaparecido colegio Alfonso López para mujeres, en 1982 comienza a instruir a las chicas de aquella institución en el deporte de la bola chata, posterior a eso en 1985 fue transferida al Bautista Central La Esperanza donde crea un equipo para participar en el festival Jambore, allí se da cuenta del gusto que le generaba a ella enseñar el beisbol y decide empezar a crear su propia escuela y entrenar a los niños que en las tardes no tenían nada que hacer en las tardes, a partir de ese momento y hasta la fecha no se ha detenido en la formación de los pequeños beisbolistas.
Por sus manos han pasado miles de jugadores algunos han sido firmados por grandes equipos, el caso más reciente es el Tito Polo, quien acaba de ser fichado por los Yankees de Nueva York y también Steve Brown, quien en determinado momento salió directo para los Astros de Houston, otra gran alegría que le ha dado el beisbol fue ser la entrenadora campeona invicta en la categoría preinfantil, esto le dio en determinado momento el rotulo de la mejor manager de divisiones menores a mediados de la década de los 80.
Sin embargo todo ha sido alegría hay situación que le causa un sinsabor muy fuerte “Yo trabaje al niño Stwart Steele, lo proyecte para que fuera un grandes liga, le decía ‘Big Buay’ porque era muy grande para tener solo diez años, el señor Guillermo Ramírez lo recluta para que firmara con los Astros de Houston, pero él se regresó porque decía que le hacía falta la mamá, después le dieron una nueva oportunidad, se fue con su madre y se devolvió otra vez porque tenía gripa. Era el primer trabajo que estaba mostrando y era un prospecto, unas grandes ligas en miniatura”, señala Aurora López.
Después de 31 años trabajando con la infancia de la isla la profesora Aurora López está pensando en dar un paso al costado, es la primera vez que piensa esto desde que está inmersa en el deporte, actualmente ella se recupera de un accidente y antes de dejarnos se preparaba para cumplir una cita médica con el fisioterapeuta.