“El que se mete a arbitro debe tener corazón de piedra”, Olston Livingston

Sentado en una silla de plástico en la tranquilidad de su hogar pasa los días Olston Livingston , la mayor parte del tiempo suele ver los canales deportivos, cuando llegamos a su casa estaba prestando atención detenidamente a la semifinal de Champions Luegue entre el Bayern Munich y el Atlético de Madrid. Lo más probable es que las nuevas generaciones no conozcan a este hombre, él fue uno de los mejores árbitros del fútbol sanandresano, al cual muchos respetaban porque no le temblaba la mano para expulsar a un jugador.

 A pesar que cuando era referí tenía un fuerte temperamento para dirigir los partidos, hoy se nota un poco más sentimental y recordar sus actuaciones e inicios le quiebra la poca voz que le queda haciéndolo llorar de melancolía, aunque tiene 65 años y  ha sufrido cuatro trombosis tiene una memoria fotográfica remembrando cada detalle de su vida, eso lo demostró respondiendo cada pregunta de esta entrevista.

Harry Roa Periodista: Señor Olston, coménteme un poco acerca de sus inicios en el arbitraje

Olston Livingston: “Yo empecé  en el arbitraje terminando de jugar un torneo de fútbol de veterano, jugaba con el equipo ‘Archipiélago’ que patrocinaba Carliston Pomare al año siguiente después de mi retiro comencé en el arbitraje”.

H.R.P: ¿Recuerda el primer partido que dirigió?

O.L.: «Yo recuerdo bien…” (El señor Olston comienza a llorar mientras recuerda su primer partido) “jugaba el Once de Enero, el equipo de Grau contra el del profesor Noel Chaverra Pino, el Grau le ganó 2-1… recuerdo bien”.

H.R.P: ¿Qué siente al ver que usted va por la calle y la gente lo recuerda por su labor?

O.L.: “Yo me siento bien, cuando me dicen cabezón, cabezón  (lo dice entre lagrimas) hasta los niños me recuerdan

como el cabezón”.

H.R.P.: ¿Qué fue lo más lindo que le dejó el arbitraje?

OLston paint

Olston Livingston recuerda cada situación como si hubiese ocurrido ayer

O.L.: “El arbitraje me dejó enculebrado…  pero todo bien». En esta respuesta pareciera que no fuera seguir, mientras respondía una especie de dolor le atravesaba el alma y duró varios segundos en silencio con la mirada perdida.

H.R.P.: ¿Recuerda su último partido pitado?

O.L.: “Déjeme recuerdo bien para no mentirle, un partido de primera que pité, jugaba el equipo de Leones del Barrack contra Eddy Maker, los Leones de Barrack perdieron 4-0”.

H.R.P.: ¿Alguna vez algún jugador lo increpó o  le quiso pegar?

Con una sonrisa Olston responde: “Ese es el lema aquí en la isla”, luego comienza a contarnos cuando se le presentó un inconveniente con un jugador.

O.L: “Todos se vuelcan contra el pobre árbitro, una vez le saque amarilla a un jugador de Sopesa le decían ‘El Barato’ o ‘el borracho’, se me acercó y me pegó una cabezazo en el mentón, yo también le saque la mano y lo golpee, él cayó a tierra privado yo seguí mi partido, cuando se acabó me rodearon, él vino me pidió disculpas, pero dure tres días con dolor en el mentón. Aquí la costumbre es pegarle al árbitro, desde ese día ninguno intentó pegarme”.

H.R.P.: ¿Un árbitro al cual usted le tuviese admiración?

O.L: “En la isla Álvaro Livingston en el continente a Jesús ‘Chucho’ Díaz”.

La entrevista finalizó con un agua de panela fría, porque la temperatura está muy elevada y tanto hablar tenía a Olston con sed, mientras tanto su esposa nos comenta que él se pone feliz con este tipo de cosas porque sus amigos no lo visitan.

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