Por: Boletín – Liga profesional de baloncesto
En uno a de las finales más impactantes y trascendentales de la historia de la Liga Profesional de Baloncesto, Titanes de Barranquilla se impuso 3-2 en 5 encuentros frente a Warriors de San Andrés. El equipo de la arenosa ganó el quinto juego por 79 a 74 en un vibrante partido que necesitó de tiempo suplementario.
Como sucedió en los últimos tres duelos, se dio una increíble remontada en el último cuarto y los minutos finales fueron de película. El equipo de la arenosa luchó hasta el final para reducir un déficit que alcanzó los 18 puntos y a pesar de la adversidad se consagró campeón 20 años después de su más reciente título del baloncesto nacional.
El marco en el Coliseo Genny Bay fue impresionante. Las graderías se colmaron a su máxima capacidad y toda la isla estuvo pendiente de su equipo.
El jugador más valioso fue Xavier Roberson, armador de Titanes que lideró a su equipo a lo largo de las finales y el torneo para llevarse el título a Barranquilla.
En el primer cuarto ambos equipos fueron muy efectivos en sus lanzamientos de dos puntos. Warriors acertó 7 de 11 desde lanzamientos por delante de la línea mientras que Titanes acertó 5 de 6.
Estos altos porcentajes contrastaron con la falta de puntería desde la larga distancia. Entre ambos conjuntos apenas convirtieron 1 de 13 tiros de tres puntos, 0 de 5 para Warriors y 1 de 8 para Titanes. Este determinó una paridad de 15 a 15 después del primer periodo.
En el segundo cuarto se abrió el aro para los locales en sus tiros desde el perímetro y convirtieron 3 de 4 intentos. Los dirigidos por Víctor Hooker también hicieron ajustes en defensa y cerraron la zona pintada a los ataques de los barranquilleros y se fueron al descanso ganando 35 a 29.
Hooker sabía que 6 puntos era una ventaja muy corta teniendo en cuenta las notables remontadas que han concretado ambos equipos a lo largo de la serie por lo que el técnico les pidió a sus jugadores que mantuvieran su intensidad tras la pausa de medio tiempo.
Los sanandresanos hicieron caso a las instrucciones del estratega y arrancaron el tercer cuarto con una racha de 12 a 2 que desató la euforia de los fanáticos presentes en el Coliseo pues lograban su máxima diferencia a favor en este partido por 47 a 31.
El jugador clave del buen rendimiento de los isleños fue John Hernández que se hizo amo y señor de los tableros. En este cuarto, Chiquillo atrapó 7 rebotes (2 ofensivos) y convirtió 8 puntos para que los locales se fueran adelante por 61 a 45 faltando 10 minutos por jugar.
Pero como ha sido constante en esta histórica final el cierre iba a ser emocionante y los Titanes lograron acercarse a 5 puntos faltando 1:46 por jugar, gracias a su defensa con presión 1-2-2-y a fallos de los sanandresanos en el cierre.
Los últimos 8 puntos del tiempo regular fueron para los barranquilleros que empataron el partido 70 a 70 en el minuto final. En el cierre los dos conjuntos tuvieron la oportunidad de anotar para el triunfo. Primero Robertson falló un pase a Jones dejando 1,6 segundos a los isleños que le dieron el último tiro a Larry Cardona que no pudo convertir y el partido se fue a tiempo suplementario.
En los cinco minutos adicionales, los visitantes aprovecharon el impulsó de venir de atrás y sentenciaron el encuentro por 74 a 79 acertando 4 de sus 6 intentos en el suplementario.
El equipo barranquillero se destacó a lo largo del torneo y terminó ganando 16 partidos de los 21 que disputó. La última ocasión en la que los de la arenosa habían celebrado un título fue en 1998 cuando el recordado Caimanes superó a Sabios.